Susan Sontag dice "a través de una fotografia el ahora se vuelve pasado". Por experiencia sabemos que, aunque no siempre queramos, vamos a perder cosas. Todo el tiempo, a cada momento perdemos vínculos, olores, abrazos, lugares.
Yo disfruto de mi camino agarrándome de las fotografías del pasado (valga la redundancia) porque son mi sostén, son lo que me recuerda que la felicidad está ahí, en un simple momento cotidiano y que, por lo tanto, hay que estar atento siempre, cámara en mano.
Nunca me fue fácil tomar decisiones. Una elección, sea buena o no, es un paso mas en el supuesto camino que vivimos. El problema con las decisiones no creo que sean las opciones, sino que haya que elegir solo una. Eso implica que las otras queden atrás.
Tuve un sueño donde me veía a mí misma mirando la orilla de un río. En la costa de enfrente estaban todas las personas que quiero. De vez en cuando alguno me veía dudosa y me gritaba que me tire a nadar, que él ya había probado y funcionaba. Otro decía que había cruzado por un puente, que yo debía buscarlo porque era la mejor opción. Otro decía que busque un bote… Todas las opciones me asustaban más que quedarme donde estaba, segura. Hacía mucho que veía pasar el río y me sentía bien, para qué cruzar? Pero entonces entiendo que cruzarlo es avanzar, así que quiero dejarme ayudar por ellos.
Desperté queriendo que la gente me muestre sus decisiones tomadas, que las agarren fuerte como trofeos y me las muestren a la cámara. Y así empecé a buscar a quienes tomaron una decisión que les costó mucho.
Me pregunto ¿el retratado tambien lo verá como un trofeo? ¿Tendrá tristeza por lo que quedó atrás, tendrá dudas? ¿Estará aliviado? Quiero saber cuál fue la decision mas difícil que tuvieron que tomar y cómo están hoy con esa elección.
En una de esas yo puedo aprender un poco de eso y alguún día me anime a cruzar el río.
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