Desde que nació León las horas de sueño cambiaron bastante, por supuesto. Él se despertaba cada madrugada varias veces a tomar la teta, o necesitaba que le cambie el pañal, así que las horas de sueño no volvieron a ser sin interrupciones nunca mas. A medida que él crece duerme bastante más de corrido por la noche, sigue tomando teta pero sólo un par de veces y ya no hay que cambiarle el pañal, una bendición.
Pero si hay algo que nunca pensé que iba a pasar con la maternidad, y con esto quiero advertirles futuras madres primerizas, es que empecé a valorar cada minuto que él duerme para poder "hacer cosas".
Lo pongo entre comillas porque muchas veces la gente no entiende qué son esas "cosas", ni que una madre tenga algo que hacer más que cuidar a su pequeño hijo. No necesitamos bañarnos, limpiar la casa, ordenar la ropa limpia, ir al baño, hacer compras, pensar un rato sin llantos ni gritos, arreglar las plantas, etc., etc. Bueno, eso fue irónico. Claro que necesitamos todo eso.
Como decía entonces, los minutos en que León sigue durmiendo y yo ya descansé son sagradíiiiiisimos!
Entonces, cuando me despierto, me escabullo de la cama sin hacer casi movimientos, sin que el acolchado lo destape, sin que la cama haga ruido, sin que el colchón se mueva mucho, sin pisar algún juguete con cascabel que dejó olvidado la perra. Si logro salir de la habitación sin que se despierte, ya es un éxito.
Y ahí empieza el ritual.
Primero voy al comedor a acariciar a nuestra perra, Vicky, que me hace toda la fiesta del mundo por verme, se echa panza arriba, mueve la cola y las patitas, nerviosa. Le abro la puerta del balcón y se va a tomar un poco de aire.
Enseguida voy a la cocina y pongo la pava eléctrica a que me caliente el agua en la temperatura justa que me gusta para tomar mate. La amo. La mejor inversión de los últimos años.
Mientras se calienta mi agüita voy al baño, igual que cualquiera de ustedes, y además me lavo la cara con los jabones y cremas que debo usar por la mañana.
Vuelvo a la cocina, el agua está lista. Preparo el mate agregándole a la yerba cascaritas secas de naranja y media cucharadita de azúcar mascabo. Después tapo la boca del mate con la palma y lo agito un rato para sacarle el polvo de mas (y encima se mezclan bien todos los ingredientes). Me limpio la mano llena de polvo verde, limpio el borde del mate porque me gusta que brille mientras lo uso, pongo el agua en el termo, lo tapo, agrego el agua a uno de los bordes de la yerba seca, sin mojarla del todo, pongo la bombilla en el mate, tapando rigurosamente la boquilla con el pulgar para que no le entre aire (¿alguien sabe si esto sirve para algo?), y doy el primer sorbo.
Listo, el primer sorbo es lo que me da inicio al día, lo que me da pilas para hacer de todo. Me ha pasado de tener que salir corriendo de mi casa sin poder tomar un mate y el enojo que sentí es indescriptible, pobre de la gente a la que le hablé mal por no haber desayunado.
Y después del primer sorbo vuelvo a cebar y vuelvo a tomar, esta vez más cantidad de agua. Un regio mate, como debe ser.
Me lo llevo a mi escritorio, pongo el termo y el mate sobre mi mantelito de aguayo, junto con lo que haya encontrado para comer, alguna galletita, porción de budín casero, tostada, alfajor... o simplemente unas nueces y pasas de uva. Cualquier cosa sirve para acompañar esos mates.
Ahora sí estoy lista para abrir la compu, responder y escribir mails, chequear agenda, hacer los llamados que necesite y tratar de no pensar en si León sigue durmiendo, porque tengo la teoría de que los bebés saben cuando la madre los extraña y empiezan a llorar.
Con suerte todo esto dura cuarenta minutos, pero qué paz! Qué lindo desayunar sola, en silencio con todo el solazo que entra por la ventana.
Y ustedes dirán, entonces, que mi alegría dura cuarenta minutos por día. Bueno, no. Esos minutos son muy reconfortantes, es verdad, pero la verdad que escuchar el "ma!" desde la habitación es lo que le da real felicidad al resto del día.
¡Buen día para todos!
viernes, 30 de octubre de 2015
sábado, 24 de octubre de 2015
Antiguos proyectos.
Saco fotos porque necesito capturar momentos. Todo lo que vivimos se diluye rapidamente y a través de una foto podemos conservar ese instante.
Susan Sontag dice "a través de una fotografia el ahora se vuelve pasado". Por experiencia sabemos que, aunque no siempre queramos, vamos a perder cosas. Todo el tiempo, a cada momento perdemos vínculos, olores, abrazos, lugares.
Yo disfruto de mi camino agarrándome de las fotografías del pasado (valga la redundancia) porque son mi sostén, son lo que me recuerda que la felicidad está ahí, en un simple momento cotidiano y que, por lo tanto, hay que estar atento siempre, cámara en mano.
Nunca me fue fácil tomar decisiones. Una elección, sea buena o no, es un paso mas en el supuesto camino que vivimos. El problema con las decisiones no creo que sean las opciones, sino que haya que elegir solo una. Eso implica que las otras queden atrás.
Tuve un sueño donde me veía a mí misma mirando la orilla de un río. En la costa de enfrente estaban todas las personas que quiero. De vez en cuando alguno me veía dudosa y me gritaba que me tire a nadar, que él ya había probado y funcionaba. Otro decía que había cruzado por un puente, que yo debía buscarlo porque era la mejor opción. Otro decía que busque un bote… Todas las opciones me asustaban más que quedarme donde estaba, segura. Hacía mucho que veía pasar el río y me sentía bien, para qué cruzar? Pero entonces entiendo que cruzarlo es avanzar, así que quiero dejarme ayudar por ellos.
Desperté queriendo que la gente me muestre sus decisiones tomadas, que las agarren fuerte como trofeos y me las muestren a la cámara. Y así empecé a buscar a quienes tomaron una decisión que les costó mucho.
Me pregunto ¿el retratado tambien lo verá como un trofeo? ¿Tendrá tristeza por lo que quedó atrás, tendrá dudas? ¿Estará aliviado? Quiero saber cuál fue la decision mas difícil que tuvieron que tomar y cómo están hoy con esa elección.
En una de esas yo puedo aprender un poco de eso y alguún día me anime a cruzar el río.
Susan Sontag dice "a través de una fotografia el ahora se vuelve pasado". Por experiencia sabemos que, aunque no siempre queramos, vamos a perder cosas. Todo el tiempo, a cada momento perdemos vínculos, olores, abrazos, lugares.
Yo disfruto de mi camino agarrándome de las fotografías del pasado (valga la redundancia) porque son mi sostén, son lo que me recuerda que la felicidad está ahí, en un simple momento cotidiano y que, por lo tanto, hay que estar atento siempre, cámara en mano.
Nunca me fue fácil tomar decisiones. Una elección, sea buena o no, es un paso mas en el supuesto camino que vivimos. El problema con las decisiones no creo que sean las opciones, sino que haya que elegir solo una. Eso implica que las otras queden atrás.
Tuve un sueño donde me veía a mí misma mirando la orilla de un río. En la costa de enfrente estaban todas las personas que quiero. De vez en cuando alguno me veía dudosa y me gritaba que me tire a nadar, que él ya había probado y funcionaba. Otro decía que había cruzado por un puente, que yo debía buscarlo porque era la mejor opción. Otro decía que busque un bote… Todas las opciones me asustaban más que quedarme donde estaba, segura. Hacía mucho que veía pasar el río y me sentía bien, para qué cruzar? Pero entonces entiendo que cruzarlo es avanzar, así que quiero dejarme ayudar por ellos.
Desperté queriendo que la gente me muestre sus decisiones tomadas, que las agarren fuerte como trofeos y me las muestren a la cámara. Y así empecé a buscar a quienes tomaron una decisión que les costó mucho.
Me pregunto ¿el retratado tambien lo verá como un trofeo? ¿Tendrá tristeza por lo que quedó atrás, tendrá dudas? ¿Estará aliviado? Quiero saber cuál fue la decision mas difícil que tuvieron que tomar y cómo están hoy con esa elección.
En una de esas yo puedo aprender un poco de eso y alguún día me anime a cruzar el río.
viernes, 23 de octubre de 2015
Pasta Frola de primavera.
Hoy me desperté temprano y vi el dia increíble que hace afuera! Sol a pleno y un poco de vientito que hace que no te mueras de calor. I-DE-AL para ir la plaza. Pero la verdad que no se puede ir a la plaza sin llevar la canasta con el mate y algo para picar, no?
Así que hice una pasta frola deliciosaaaa!!
Los ingredientes que van a necesitar son:
Masa: Huevos 1u, Yemas 1u, Harina leudante 400grs, Azúcar 200grs, Manteca 200grs, Esencia de vainilla 1cda, Sal c/n
Relleno: Dulce de membrillo 400grs
Procedimiento:
Primero baten la manteca pomada con el azucar. Cuando se forme una crema agregan la esencia de vainilla y los huevos.
Luego se agrega la harina con la pizca de sal.
Se une todo con cuchara de madera (tratar de no amasar mucho con las manos). Cuando la masa está formada la envuelven en papel film y la dejan por media hora en la heladera.
Transcurrido ese tiempo la sacan, la estiran y la colocan sobre el molde que eligieron dejando 1/4 de esa masa aparte para formar las tiras.
El dulce lo derriten a fuego bajo agregando un poquito de agua.
Colocan el dulce derretido sobre la masa cruda y la decoran haciendo el clásico enrejado.
Todo va a horno medio por media hora, hasta que esté doradita la masa.
Dejar enfriar antes de cortar.
La receta es una pavada, la saqué de la página de Cocineros Argentinos, la pueden ver completa haciendo click acá.
Les dejo una fotito para que se tienten y la hagan. El colorcito marrón de la masa es porque yo reemplacé el azúcar común por mascabo. Para los que quieren usar algo menos refinado se los super recomiendo porque le suma un gusto sutil a caramelo a la masa que es espectacular.
Así que hice una pasta frola deliciosaaaa!!
Los ingredientes que van a necesitar son:
Masa: Huevos 1u, Yemas 1u, Harina leudante 400grs, Azúcar 200grs, Manteca 200grs, Esencia de vainilla 1cda, Sal c/n
Relleno: Dulce de membrillo 400grs
Procedimiento:
Primero baten la manteca pomada con el azucar. Cuando se forme una crema agregan la esencia de vainilla y los huevos.
Luego se agrega la harina con la pizca de sal.
Se une todo con cuchara de madera (tratar de no amasar mucho con las manos). Cuando la masa está formada la envuelven en papel film y la dejan por media hora en la heladera.
Transcurrido ese tiempo la sacan, la estiran y la colocan sobre el molde que eligieron dejando 1/4 de esa masa aparte para formar las tiras.
El dulce lo derriten a fuego bajo agregando un poquito de agua.
Colocan el dulce derretido sobre la masa cruda y la decoran haciendo el clásico enrejado.
Todo va a horno medio por media hora, hasta que esté doradita la masa.
Dejar enfriar antes de cortar.
La receta es una pavada, la saqué de la página de Cocineros Argentinos, la pueden ver completa haciendo click acá.
Les dejo una fotito para que se tienten y la hagan. El colorcito marrón de la masa es porque yo reemplacé el azúcar común por mascabo. Para los que quieren usar algo menos refinado se los super recomiendo porque le suma un gusto sutil a caramelo a la masa que es espectacular.
Salgamos, mate en mano, a disfrutar del sol!
jueves, 22 de octubre de 2015
Un día empecé a hacer retratos.
En uno de esos momentos en que nos quedábamos solas en la clínica donde estabas internada vos me preguntabas una y otra vez las mismas cosas mientras me agarrabas la mano, me sonreíste y te pregunté si te podía sacar una foto. Me dijiste que sí y te preparaste mirándome fijo, no me sacaste los ojos de encima.
Me alegra mucho habértelo pedido. Hoy es una manera más de recordarte. Gracias.
Siete años sin vos, abuela Mecha.
Me alegra mucho habértelo pedido. Hoy es una manera más de recordarte. Gracias.
Siete años sin vos, abuela Mecha.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Ningún pibe nace bestia.
Había una vez niño que había recibido poco amor y reconocimiento por parte de sus padres desde muy pequeño. Ese niño se empezó a hacer grande y se esforzó y esforzó por demostrarles que sí servía, que era alguien importante y digno de admirar.
Un día se descuidó y tuvo un par de hijos a los que intentó criar sanamente pero un día se cansó de esa vida y se fue. Se alejó de ellos sin pensarlo, cada vez más. No era una separación física sino, más bien espiritual. Además de ignorarlos los criticaba diciéndoles que no trabajaban lo suficiente. Nunca les reconoció ningún logro por mas que ellos se esforzaran.
El tiempo pasó y las actitudes se potenciaron: cada esfuerzo de los chicos, ahora hombres, era rechazado con esmero, criticado injustamente.
Un día ese señor, ahora viejo, no pudo manejar más su vida y empezó a enloquecer...
Escondió en la casa de sus padres una inmensa cantidad de basura, dejó de pagar sus deudas y a sus empleados. Todo por trabajar, más, más y más.
¿Todo ese dinero "ahorrado" lo quería para disfrutar? No. lo quería para comprar más basura para guardar en esa casa. El circulo vicioso ya se había iniciado.
El día que su madre se fracturó la cadera no fue a verla y ante el tratamiento propuesto por el médico que la vio, que era una cirugía para que pueda seguir caminando como siempre, él pidió que la "dejen así, total ya estaba vieja y siempre estaba sentada". Días después esa mujer se murió. Sola. Su hijo no quiso dejar de trabajar tampoco ese día, tal vez en el afán de demostrarle a su madre que, tal como ella había querido, no era un vago, que iba a seguir esforzándose sin importar qué suceda.
Tampoco le avisó a su hermano, también hijo de ella. Y finalizó todo el proceso con una cremación. Las cosas se resolvieron de la forma más increíble alguna vez vista por mi.
Ese señor había empezado a convertirse en una bestia.
Quien es capaz de actuar así con su propia madre es casi capaz de todo.
Y lo siguiente fue más impensado aún. O no, para los crédulos.
Después le robó a su hijo. Y no le robó un par de naranjas de la heladera, ni un libro que quería leer. Le robó una cifra altísima de dinero. Y además dejó de pagar los aportes que su hijo debía hacerle al Estado. Le robó dinero y le robó su futuro. Porque saldar esa deuda iba a ser imposible y nunca más iba a poder hacer cosas como comprar un auto, poner un negocio, viajar al exterior.
Esta historia aún no tiene fin.
Pero no se angustien, no es cierta...
Un día se descuidó y tuvo un par de hijos a los que intentó criar sanamente pero un día se cansó de esa vida y se fue. Se alejó de ellos sin pensarlo, cada vez más. No era una separación física sino, más bien espiritual. Además de ignorarlos los criticaba diciéndoles que no trabajaban lo suficiente. Nunca les reconoció ningún logro por mas que ellos se esforzaran.
El tiempo pasó y las actitudes se potenciaron: cada esfuerzo de los chicos, ahora hombres, era rechazado con esmero, criticado injustamente.
Un día ese señor, ahora viejo, no pudo manejar más su vida y empezó a enloquecer...
Escondió en la casa de sus padres una inmensa cantidad de basura, dejó de pagar sus deudas y a sus empleados. Todo por trabajar, más, más y más.
¿Todo ese dinero "ahorrado" lo quería para disfrutar? No. lo quería para comprar más basura para guardar en esa casa. El circulo vicioso ya se había iniciado.
El día que su madre se fracturó la cadera no fue a verla y ante el tratamiento propuesto por el médico que la vio, que era una cirugía para que pueda seguir caminando como siempre, él pidió que la "dejen así, total ya estaba vieja y siempre estaba sentada". Días después esa mujer se murió. Sola. Su hijo no quiso dejar de trabajar tampoco ese día, tal vez en el afán de demostrarle a su madre que, tal como ella había querido, no era un vago, que iba a seguir esforzándose sin importar qué suceda.
Tampoco le avisó a su hermano, también hijo de ella. Y finalizó todo el proceso con una cremación. Las cosas se resolvieron de la forma más increíble alguna vez vista por mi.
Ese señor había empezado a convertirse en una bestia.
Quien es capaz de actuar así con su propia madre es casi capaz de todo.
Y lo siguiente fue más impensado aún. O no, para los crédulos.
Después le robó a su hijo. Y no le robó un par de naranjas de la heladera, ni un libro que quería leer. Le robó una cifra altísima de dinero. Y además dejó de pagar los aportes que su hijo debía hacerle al Estado. Le robó dinero y le robó su futuro. Porque saldar esa deuda iba a ser imposible y nunca más iba a poder hacer cosas como comprar un auto, poner un negocio, viajar al exterior.
Esta historia aún no tiene fin.
Pero no se angustien, no es cierta...
domingo, 11 de octubre de 2015
Un barrio tan tranquilo que no pasa nada.
Para los que ya conocen Santos Lugares, por ser de la zona, venir a visitar amigos por acá o porque siguieron mi consejo de venir a conocerlo un domingo sabrán que es un barrio silencioso, tranquilo.
No pasan muchos colectivos (salvo por en la intersección de sus dos avenidas principales, La Plata y Rodriguez Peña) entonces cualquiera que viva apenas a 20 metros alejado de esa esquina puede disfrutar del silencio total para dormir la siesta, o una mañana de domingo.
El punto es que, a pesar de que todo eso me encanta y es lo que siempre busqué para vivir y criar a mis hijos (por ahora tengo uno, pero estoy casi segura que tendré otro pronto), a veces siento que Santos Lugares está dormido.
Como en una siestita demasiado larga. Como cuando nos echamos unos minutos, con la ropa puesta y sin abrir la cama, y apenas tapados con una manta, como debe ser. En cualquier momento podría despertarse y hacer mil cosas, pero por ahora retoza.
“Es lo lindo de Santos Lugares”, “no avivemos giles diciendo que es tranquilo”, me dice Luciano, pero yo siento que hay que sacudir a este pueblucho rodeado de grandes ciudades.
Me pasa seguido que busco cosas en particular que necesito comprar, o actividades que me gustaría hacer y, como era de esperar, en Santos Lugares no hay. Entonces siempre pienso que hay que hacer una especie de listado, mapa virtual, grupo de Facebook, enumerando lo que hay. Y difundirlo para que mas personas se acerquen a buscarlo y no se queden dormidos también.
Y ademas, hacer una lista de las cosas que necesitamos que haya en nuestro barrio e intentar que aparezcan.
De lo primero que les voy a contar sobre Santos Lugares es sobre mi lugar favorito del barrio: su estación de tren.
Usé bastante el tren cuando estudiaba en Capital o cuando viajaba a La Plata así que puedo hablar, al menos, de las estaciones desde Retiro hasta la de Santos Lugares, y puedo afirmar que esta es la mas linda de todas. Llegas acompañado de una arboleda increíble de eucaliptos, mucho verde y casas bajas. No hay kioscos ni pancherias que contaminen el paisaje. Y doy fe que los baños suelen estar impecables.
Hay que reconocer que después de la renovación que hicieron para los trenes nuevos cambió bastante, tiraron abajo partes históricas y redujeron bastante la zona libre para circular con rampas y rejas, me da un poquito de lastima pero el progreso se nota. Y sigue siendo muy muy hermosa.
En el fondo de la estación se pueden ver los viejos galpones ferroviarios, vagones abandonados, puentes, todo en el medio del bosque de eucaliptos. Fui muchísimas veces a sacar fotos, hice varios books ahí, y nunca tuve ningún problema, pero muchos amigos me dicen que está medio picante la zona abonada, con señores que piden que les regales tus pertenencias y eso…
Saliendo de la estación te encontras con la plaza. Es chiquita, bastante mal parquizada, pero tiene lindas mesas con bancos de cemento y juegos para niños. Esta bastante sucios pero bue… Pensemos que están adquiriendo anticuerpos…
Es una linda plaza para hacer picnic, ir a tomar mate, sentarse con el perro a ver gente… ¿Que hay plazas mejores? Sin dudas, amigos, soy nacida en La Plata, donde las plazas tienen pasto lindo, arboles frondosos… Aca hay mas tierra que otra cosa, pero nos concentramos en lo bueno y chau pinela.
A metros de la plaza, sobre Av. La Plata está la panaderia El Reencuentro, la cual es demencialmente cara pero hay dos cosas por las que se destaca de otras panaderías: sus sanguchazos de miga (el de roquefort… espectacular) y las medialunas con jamón y queso. Te compras un par de esos y una botellita de agua, y te sentas en la plaza a disfrutarlos.
En fin, qué paseo que te tiré para este finde largo eh? Ya desde que llegas a Santos Lugares tienes para recorrer y apreciar.
Yo voy a disfrutar el domingo llevando a mi hijo a la plaza de la estación a que juegue un rato y a ver pasar el tren...
No pasan muchos colectivos (salvo por en la intersección de sus dos avenidas principales, La Plata y Rodriguez Peña) entonces cualquiera que viva apenas a 20 metros alejado de esa esquina puede disfrutar del silencio total para dormir la siesta, o una mañana de domingo.
El punto es que, a pesar de que todo eso me encanta y es lo que siempre busqué para vivir y criar a mis hijos (por ahora tengo uno, pero estoy casi segura que tendré otro pronto), a veces siento que Santos Lugares está dormido.
Como en una siestita demasiado larga. Como cuando nos echamos unos minutos, con la ropa puesta y sin abrir la cama, y apenas tapados con una manta, como debe ser. En cualquier momento podría despertarse y hacer mil cosas, pero por ahora retoza.
“Es lo lindo de Santos Lugares”, “no avivemos giles diciendo que es tranquilo”, me dice Luciano, pero yo siento que hay que sacudir a este pueblucho rodeado de grandes ciudades.
Me pasa seguido que busco cosas en particular que necesito comprar, o actividades que me gustaría hacer y, como era de esperar, en Santos Lugares no hay. Entonces siempre pienso que hay que hacer una especie de listado, mapa virtual, grupo de Facebook, enumerando lo que hay. Y difundirlo para que mas personas se acerquen a buscarlo y no se queden dormidos también.
Y ademas, hacer una lista de las cosas que necesitamos que haya en nuestro barrio e intentar que aparezcan.
De lo primero que les voy a contar sobre Santos Lugares es sobre mi lugar favorito del barrio: su estación de tren.
Usé bastante el tren cuando estudiaba en Capital o cuando viajaba a La Plata así que puedo hablar, al menos, de las estaciones desde Retiro hasta la de Santos Lugares, y puedo afirmar que esta es la mas linda de todas. Llegas acompañado de una arboleda increíble de eucaliptos, mucho verde y casas bajas. No hay kioscos ni pancherias que contaminen el paisaje. Y doy fe que los baños suelen estar impecables.
Hay que reconocer que después de la renovación que hicieron para los trenes nuevos cambió bastante, tiraron abajo partes históricas y redujeron bastante la zona libre para circular con rampas y rejas, me da un poquito de lastima pero el progreso se nota. Y sigue siendo muy muy hermosa.
En el fondo de la estación se pueden ver los viejos galpones ferroviarios, vagones abandonados, puentes, todo en el medio del bosque de eucaliptos. Fui muchísimas veces a sacar fotos, hice varios books ahí, y nunca tuve ningún problema, pero muchos amigos me dicen que está medio picante la zona abonada, con señores que piden que les regales tus pertenencias y eso…
Saliendo de la estación te encontras con la plaza. Es chiquita, bastante mal parquizada, pero tiene lindas mesas con bancos de cemento y juegos para niños. Esta bastante sucios pero bue… Pensemos que están adquiriendo anticuerpos…
Es una linda plaza para hacer picnic, ir a tomar mate, sentarse con el perro a ver gente… ¿Que hay plazas mejores? Sin dudas, amigos, soy nacida en La Plata, donde las plazas tienen pasto lindo, arboles frondosos… Aca hay mas tierra que otra cosa, pero nos concentramos en lo bueno y chau pinela.
A metros de la plaza, sobre Av. La Plata está la panaderia El Reencuentro, la cual es demencialmente cara pero hay dos cosas por las que se destaca de otras panaderías: sus sanguchazos de miga (el de roquefort… espectacular) y las medialunas con jamón y queso. Te compras un par de esos y una botellita de agua, y te sentas en la plaza a disfrutarlos.
En fin, qué paseo que te tiré para este finde largo eh? Ya desde que llegas a Santos Lugares tienes para recorrer y apreciar.
Yo voy a disfrutar el domingo llevando a mi hijo a la plaza de la estación a que juegue un rato y a ver pasar el tren...
martes, 6 de octubre de 2015
¿Conocen Santos Lugares?
Santos Lugares es un barrio del partido de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires. Está muy cerca de la Capital Federal, a pocas cuadras después de cruzar "la frontera" de la Av. General Paz. Si, le pertenece al conurbano. Buuuu!! Qué miedo, no? Muchos se preguntaran qué hay de este lado, qué hace la gente allá, que debe ser terrible. No, gente. El conurbano no es tan terrible como los porteños piensan ni como la tele dice.
Me suelen decir muy seguido "¿dónde es eso?". Como si fuera una comunidad dentro del impenetrable chaqueño. Gugleen antes de preguntar giladas, por favor.
Bueno, terminada mi exposición sobre dónde queda, si todavía hay alguien al que no le caí muy antipática y quiere seguir leyendo le cuento lo siguiente:
Yo no nací acá. Soy de la ciudad de La Plata, viví ahí hasta el 2008 cuando me vine para estos pagos. Me vine por amor. Ok, ¿mas cursi no puedo ser?
Me vine a vivir con Luciano, después de un noviazgo a la distancia de casi 3 meses. Una locura la rapidez, pensarán. Si, un poco, pero además de lo claramente enamorados que estábamos ya nos conocíamos desde los 17 años, así que no nos pareció tan delirante... Igual, esa historia es mas larga así que la dejo para otro post.
A fines de septiembre del 2008 junté mi ropa en bolsas de consorcio, algunos libros, plantas, lo subí todo a la camioneta del Colo, amigo de mi maridovio y ahora mío también, y me vine. Lloré. No solo el día de la mudanza sino varias veces más a lo largo de estos años. Porque no les permito a ustedes tenerle miedo al conurbano, pero yo sí lo tuve. Mucho. Pero no a la idea del chabón que vive en Palermo y cree que acá hay casas de chapa, y perros ladrándole a la nada, como escuché por ahí. A mi me asustó la inmensidad.
Yo me vine de una ciudad que tiene 30 cuadras de largo por 30 de ancho. Todo está ahí. No hay que alejarse demasiado para nada. El familiar que mas lejos vive estaba a 25 cuadras y me parecía lejos.
Acá no hay limites definidos, los barrios terminan donde empieza el otro, y todos están muy juntos, muy pegaditos. La gente esta acostumbrada a ir a pasear un domingo a los lagos de Palermo, o a la costanera de Vicente López. A mi me cuesta creer que tengan ganas de hacer tantos kilometros en auto, con suerte, o de tomarse dos colectivos para ir a un lugar llenísimo de otros que tuvieron la misma idea de mierda. Acá hay que agarrar el auto ir viajando para echarse en una plaza, entienden? En La Plata las plazas son gigaaaantes y hay una cada 6 cuadras, en una disposición urbana preciosa que hizo un tal Benoit.
Acá todos estamos hacinados y nos acostumbramos a vivir así.
Pero yo no quiero quejarme sobre esto. Quiero contarles lo lindo que encontré viviendo acá.
Quiero que el próximo domingo haya gente que diga "¿vamos a conocer Santos Lugares?". Y que caminen por el centro chiquito que tenemos, y disfruten de su hermosa tranquilidad.
Quiero compartir un poco de lo que yo vivo a diario acá.
Así que si les interesa, agreguen a lugarense a sus favoritos porque pienso seguir escribiendo...
Hasta la próxima!
Me suelen decir muy seguido "¿dónde es eso?". Como si fuera una comunidad dentro del impenetrable chaqueño. Gugleen antes de preguntar giladas, por favor.
Bueno, terminada mi exposición sobre dónde queda, si todavía hay alguien al que no le caí muy antipática y quiere seguir leyendo le cuento lo siguiente:
Yo no nací acá. Soy de la ciudad de La Plata, viví ahí hasta el 2008 cuando me vine para estos pagos. Me vine por amor. Ok, ¿mas cursi no puedo ser?
Me vine a vivir con Luciano, después de un noviazgo a la distancia de casi 3 meses. Una locura la rapidez, pensarán. Si, un poco, pero además de lo claramente enamorados que estábamos ya nos conocíamos desde los 17 años, así que no nos pareció tan delirante... Igual, esa historia es mas larga así que la dejo para otro post.
A fines de septiembre del 2008 junté mi ropa en bolsas de consorcio, algunos libros, plantas, lo subí todo a la camioneta del Colo, amigo de mi maridovio y ahora mío también, y me vine. Lloré. No solo el día de la mudanza sino varias veces más a lo largo de estos años. Porque no les permito a ustedes tenerle miedo al conurbano, pero yo sí lo tuve. Mucho. Pero no a la idea del chabón que vive en Palermo y cree que acá hay casas de chapa, y perros ladrándole a la nada, como escuché por ahí. A mi me asustó la inmensidad.
Yo me vine de una ciudad que tiene 30 cuadras de largo por 30 de ancho. Todo está ahí. No hay que alejarse demasiado para nada. El familiar que mas lejos vive estaba a 25 cuadras y me parecía lejos.
Acá no hay limites definidos, los barrios terminan donde empieza el otro, y todos están muy juntos, muy pegaditos. La gente esta acostumbrada a ir a pasear un domingo a los lagos de Palermo, o a la costanera de Vicente López. A mi me cuesta creer que tengan ganas de hacer tantos kilometros en auto, con suerte, o de tomarse dos colectivos para ir a un lugar llenísimo de otros que tuvieron la misma idea de mierda. Acá hay que agarrar el auto ir viajando para echarse en una plaza, entienden? En La Plata las plazas son gigaaaantes y hay una cada 6 cuadras, en una disposición urbana preciosa que hizo un tal Benoit.
Acá todos estamos hacinados y nos acostumbramos a vivir así.
Pero yo no quiero quejarme sobre esto. Quiero contarles lo lindo que encontré viviendo acá.
Quiero que el próximo domingo haya gente que diga "¿vamos a conocer Santos Lugares?". Y que caminen por el centro chiquito que tenemos, y disfruten de su hermosa tranquilidad.
Quiero compartir un poco de lo que yo vivo a diario acá.
Así que si les interesa, agreguen a lugarense a sus favoritos porque pienso seguir escribiendo...
Hasta la próxima!
lunes, 5 de octubre de 2015
Pan de banana
Si te llega a pasar como a mí, que compré 2 kg de bananas en el Mercado Central porque baratas y no llegaaaaasss a comerlas todas y se te ponen negras te recomiendo que las hagas puré y, posteriormente, pan de banana.
¿Que no sabes cómo se hace un pan de banana? Pues entonces te doy mi receta (que en realidad es de mi amiga Pamela):
150 gr manteca pomada
2 huevos
200 gr azúcar
3 bananas grandes y maduras como mi mamá
esencia de vainilla
375 gr de harina leudante
Mezclas el azúcar y la manteca. Le agregas de a uno los huevos y seguís mezclando. Después la vainilla y las bananas hechas puré. Por ultimo integras el o la harina, como te guste decirlo.
Metes la mezcla en un molde de pan que esté previamente engrasado (yo le pongo aceite en aerosol) y al horno.
Tiene que este a temperatura baja por maso 45'. Vos te fijas. Lo pinchas con un cuchillo y si sale limpio... está hecho!!
Opcional: podes mezclar en la masa unas nueces partidas, unos chips de chocolate, arandanos, pasas de uva, etc.
¿Que no sabes cómo se hace un pan de banana? Pues entonces te doy mi receta (que en realidad es de mi amiga Pamela):
150 gr manteca pomada
2 huevos
200 gr azúcar
3 bananas grandes y maduras como mi mamá
esencia de vainilla
375 gr de harina leudante
Mezclas el azúcar y la manteca. Le agregas de a uno los huevos y seguís mezclando. Después la vainilla y las bananas hechas puré. Por ultimo integras el o la harina, como te guste decirlo.
Metes la mezcla en un molde de pan que esté previamente engrasado (yo le pongo aceite en aerosol) y al horno.
Tiene que este a temperatura baja por maso 45'. Vos te fijas. Lo pinchas con un cuchillo y si sale limpio... está hecho!!
Opcional: podes mezclar en la masa unas nueces partidas, unos chips de chocolate, arandanos, pasas de uva, etc.
Me presento...
Hola, ¿hay alguien ahí?
Soy Agustina, de 32 años, madre de León de 1 año. Vivo en Santos Lugares y soy fotógrafa.
Me gusta cocinar y comer cosas dulces y cuidar de mis plantas. Busco cosas en internet para hacer en mi casa y a veces las hago.
¿Que qué hago acá? Qué se yo. Tengo un blog.
Voy a escribir sobre lo que tenga ganas. Y subir fotos. Eso. O abandonarlo después de esta entrada. Quién sabe, el mundo cambia todo el tiempo y yo también.
Soy Agustina, de 32 años, madre de León de 1 año. Vivo en Santos Lugares y soy fotógrafa.
Me gusta cocinar y comer cosas dulces y cuidar de mis plantas. Busco cosas en internet para hacer en mi casa y a veces las hago.
¿Que qué hago acá? Qué se yo. Tengo un blog.
Voy a escribir sobre lo que tenga ganas. Y subir fotos. Eso. O abandonarlo después de esta entrada. Quién sabe, el mundo cambia todo el tiempo y yo también.
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